Los ciudadanos venezolanos se encuentran en una lucha constante por obtener la ciudadanía estadounidense. Según un informe del Migration Policy Institute (MPI), solo el 25% de los inmigrantes venezolanos en Estados Unidos ha logrado convertirse en ciudadanos naturalizados, un porcentaje que se queda muy por debajo del 52% del total de inmigrantes en el país.
El estudio indica que la llegada reciente de muchos venezolanos es un factor determinante en esta baja tasa de naturalización. De hecho, el 74% de ellos llegó después de 2010, lo que significa que muchos aún no han cumplido con los requisitos de tiempo mínimo de residencia permanente necesarios para naturalizarse.
Desafíos en el Proceso de Naturalización
Los venezolanos enfrentan serias barreras para acceder a las vías que conducen a la residencia permanente. A diferencia de otros grupos que logran obtener la residencia a través de patrocinio familiar o laboral, muchos venezolanos ingresan a Estados Unidos bajo programas temporales, como el Estatus de Protección Temporal (TPS) y el parole humanitario CHNV. Sin embargo, ambos programas han sido cancelados recientemente, lo que deja a cientos de ellos en una situación migratoria incierta.
En 2023, apenas 18.400 venezolanos lograron obtener la residencia permanente, y un 26% de ellos lo hizo a través del asilo, una cifra notablemente superior al 8% de los inmigrantes en general. Las restricciones al asilo impuestas desde 2024 han reducido aún más esta posibilidad, complicando el panorama para quienes buscan establecerse de manera definitiva.
Obstáculos Económicos y Lingüísticos
El informe también destaca importantes desafíos económicos y lingüísticos que enfrentan los migrantes venezolanos. El ingreso medio de los hogares venezolanos es inferior al promedio de otros inmigrantes y ciudadanos estadounidenses, y un 17% de ellos vive en condiciones de pobreza. Además, un 59% de los venezolanos mayores de cinco años tiene un nivel de inglés limitado, lo que puede dificultar su acceso a mejores oportunidades laborales y educativas.
Este contexto revela un panorama complejo para la comunidad venezolana en Estados Unidos, enfrentando obstáculos no solo en su estabilidad migratoria, sino también en su integración social y económica. Estos desafíos son fundamentales para comprender la situación actual de los migrantes y la necesidad de políticas que faciliten su adaptación y éxito en un nuevo entorno.
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